Escuchamos. Lo sepas o no, las personas están hablando de ti: de tu marca, de tus ejecutivos, de tu industria y de tus competidores. Están hablando tus comunidades, las autoridades y los sindicatos y dicen qué les duele y qué sueñan. Y saberlo, vale.

Comunicamos. Las formas tradicionales de comunicación ya no funcionan: carecen de medios y no tienen credibilidad. Es necesario sintonizarse con los públicos, hablarles directa y honestamente con un lenguaje y con prácticas que les sean familiares.

Movilizamos. Vivimos una era de cambios y la habilidad para moverse es clave. Es imprescindible movilizar a tus stakeholders: que te conozcan, que te entiendan, que te valoren.